Durante la primera consulta, el médico especialista conoce, analiza y evalúa la historia clínica de los pacientes para determinar la causa de la infertilidad. También se lleva a cabo un ultrasonido vaginal. Posteriormente, indica a la pareja qué exámenes y estudios son necesarios para confirmar el diagnóstico. A partir de los resultados es posible identificar el tratamiento o procedimiento al que la pareja es candidata y en el que tiene mayores probabilidades de lograr un embarazo.